Señas de identidad 002: Améscoa tropical en el Cretácico

Améscoa tropical en el Cretácico

Calbarro: Micráster o erizo de mar fósil incrustado en la roca
(Foto: Javier Echeverría)

    Mientras las aguas del recién abierto golfo de Vizcaya cubrían lo que hoy es Améscoa, se produjo una sedimentación y compactación de partículas muy finas en el fondo del mar que formaron las rocas sobre las que se asienta hoy el valle. Son margas, esto es una mezcla de caliza y arcilla, relativamente blandas e impermeables de color grisáceo.

    La profundidad del mar no sobrepasaba los 200 metros y reinaba un clima cálido y húmedo de carácter tropical similar al Caribe actual. La temperatura media de la superficie del planeta era entre 6ºC y 12ºC mayor que la de hoy y la de las aguas profundas de los océanos era casi 15ºC más alta que en el presente.

    De estas condiciones ambientales tan benignas nos quedan en Améscoa abundantes restos fósiles de numerosas criaturas marinas como erizos de mar (los conocidos “calbarros”), corales, esponjas, conchas y caracolas.



    ECHEVERRÍA GARCÍA, Javier (2011), «Historia geológica de Améscoa», en Conociendo el pasado amescoano, III, Pamplona, Lamiñarra. pp. 13-80. 



 

Carta de Hermandad de Améscoa con Salvatierra, 1.293

Carta de Hermandad de Améscoa con Salvatierra, 1.293



Dice al respecto Jimeno Aranguren: La hermandad de carácter comarcal establecida entre Améscoa Alta (Concejos de Eulate, Aranarache y Larraona), Améscoa Baja (Concejo de las siete villas de Améscoa) y Salvatierra (1293), supone un acuerdo de buena vecindad entre localidades fronterizas de Navarra y de Castilla. Pues no va más allá de designar tres «amigos de avenencia» para la resolución de los conflictos que pudieran surgir entre ellas o entre sus vecinos

JIMENO ARANGUREN, Roldán (2010), «La carta de hermandad entre Améscoa y Salvatierra», en Conociendo el pasado amescoano, II, Pamplona, Lamiñarra. pp. 139-152. 


Yo creo que este pacto entre lugares de dos reinos europeos, uno de ellos, el navarro, el más pequeño del continente, esconde más de lo que muestra. Los habitantes de Salvatierra y sus aldeas no tenían problemas con los concejos y villas amescoanos, ni a la inversa. El que la política los situase a uno u otro lado de una línea arbitraria de dudosa racionalidad, no había alterado sus relaciones con los que fueron y siguieron siendo sus vecinos.

Continuaron participando sin mayores problemas de sus aprovechamientos de Entzia, aspecto este fundamental para unos y otros, y conviviendo y mercadeando entre sí como lo hacían hasta un siglo antes, cuando todos ellos formaban parte del Reino de Navarra.

Compartían vínculos familiares, propiedades, faceros y otros intereses que no desaparecieron al fijarse la nueva frontera. En resumen, tenían demasiado en común para que intereses espurios vinieran a alterar esa situación. Solo los López de Lazcano y los cuatreros convirtieron la muga en una pesadilla en los siglos siguientes, XIV y XV.     

Algunos pequeños detalles pueden extraerse de este sencillo texto medieval, conservado en el Archivo de Salvatierra-Agurain, de interés para el lector actual.


AGRADECIMIENTO: Imágenes y documentación facilitada por: Eusko Jaurlaritza-Gobierno Vasco · IRARGI-Centro de Patrimonio. Documental de Euskadi.© Aguraingo Udala - Ayuntamiento de Salvatierra



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El Mayo en Améscoa (I)

El Mayo en Améscoa (I)
El Mayo: Larraona (1997) y San Martín (2006)


Desde que tuve noticia de esa celebración en San Vicente de Arana, localidad no solo cercana, sino integrada en el mismo valle que los tres lugares de Améscoa Alta hoy, antes Arana Baja, tuve interés en saber más de ella. De sus orígenes y de su ritual.

Pensé que, razonablemente, ese ritual no habría sido exclusivo de San Vicente, de una parte, y de que algo más podría saberse sobre una celebración que recordaba ese antiguo culto a los árboles tan extendido en diferentes lugares de Europa y que yo asociaba con el árbol de San Juan.

Trabajamos más tarde el tema en Arantzaduia94, especialmente con Gerardo Murguialday que recogió datos de celebraciones en Larraona y realizó encuestas junto con Jesús Murguialday y rebuscó la bibliografía necesaria.

Por otro lado, contactamos al respecto con Antxon Aguirre Sorondo (1946-2014), que sabía bastante sobre el tema y colaboró sin reservas. Y, por otro lado, ya contábamos con el inestimable apoyo de José María Jimeno Jurío (1927-2002), que había investigado lo que en el valle se había hecho al respecto años atrás.

Contar con la colaboración de ambos en la recuperación de la cultura de este valle fue una ayuda inestimable y un privilegio.

Con esos mimbres, nos pusimos a la busca del Mayo perdido. Realizamos encuestas y exprimimos la memoria de los que aún sabían de los viejos rituales y celebraciones. Con esa labor y con la colaboración entusiasta de regidores y partícipes, se halló y se recuperó el Mayo perdido.  


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Tasio en el recuerdo 1984-2024 (I)

 Tasio en el recuerdo, 1984-2024 (I)


La película Tasio, estará en la Sección Cannes Classics del próximo Festival de Cannes en la segunda quincena de mayo. Y estará vestida de gala. Restaurada en 4K por L'Immagine Ritrovata (Bolonia), fruto de la colaboración de Montxo Armendáriz con la Filmoteca Vasca.

Y, a través del programa Klasikoak, el Festival de Cine de San Sebastián y la Filmoteca Vasca, proyectará Tasio, como película inaugural de esta sección en el mes de septiembre.

Hace dos años, en 2022, como final de mi trabajo publicado sobre la película Tasio, cité conversaciones habidas entre Joxean Fernández, director de la Filmoteca Vasca, y Montxo Armendáriz sobre la posible restauración del film.

Decía así: "El haber realizado esta labor sería un buen regalo de 40 cumpleaños, que ocurrirá en 2024, para la ópera prima de Armendáriz, para todos los que participaron en ella y para la cultura cinematográfica de este país".

El cine produce obras que van más allá de un objetivo de producto industrial para el entretenimiento y pasan a formar parte del patrimonio artístico de un país, pero también de su patrimonio histórico o etnográfico. Esa consideración del cine es la que guía los proyectos a los que hago mención en estas últimas líneas y creo que Tasio reúne atributos suficientes como para ser objeto de esas atenciones».

Este avance se ha hecho realidad y nos regocijamos, efectivamente, quienes amamos la cultura cinematográfica de este país y felicitamos a quienes, hace 40 años, la hicieron posible.  


Chova piquigualda, anida también en el Himalaya

Chova piquigualda, anida también en el Himalaya 

Pareja de chovas piquigualdas en el Balcón de Ubaba, 

sobre el Nacedero del Urederra


En mi trabajo “El buitre, un viejo amigo”*, dije haber observado algunos acosos en vuelo de córvidos sobre buitres posados en solitario, en ocasiones con aparente agresividad. Se trataba, generalmente, de bandadas numerosas de chovas, piquirrojas o piquigualdas indistintamente, volando con excesiva proximidad a buitres estacionados, siempre aislados, hasta hacerles abandonar su posición.

De siempre me han llamado la atención esas bandadas ruidosas de chovas de una u otra u otra especie. Y algo quería decir sobre una de ellas, las piquiamarillas.


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GARCÍA DE ALBIZU, Balbino (2022), «El buitre, un viejo amigo», en Conociendo el pasado amescoano, VI, Pamplona, Lamiñarra. pp. 287-342. 


Miradas y reflexiones 003: Si lloras por haber perdido el sol...

Si lloras por haber perdido el sol...

       Comienzo del alba, poco después de las 6:00' un 18 de agosto. Desde el altico de Arantzaduia.

  Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.
         Rabindranath Tagore (1861-1941)

Eguzkia galtzean negar egiten baduzu, malkoek ez dizute izarrak ikusten utziko. 

LOS CALBARROS AMESCOANOS

Los calbarros amescoanos

Diferentes tipos de erizos marinos fósiles

Siempre me han llamado la atención los calbarros. Y por sus dimensiones, características y abundancia, no han debido pasar desapercibidos para miles de generaciones de humanos que nomadearon o poblaron estas tierras desde la más remota prehistoria. Y que debieron preguntarse por estas piedras peculiares, de formas, pesos y grabados que se encontraban solo aquí y que no eran de factura humana. Eso, a lo largo de miles de años, desde los primeros cazadores-recolectores hasta nuestros más próximos ascendientes, que llegaron a saber, por fin, pero no hace mucho tiempo, que se trataba de fósiles marinos.

Y quise saber más y me encontré con un experto, cuya vocación geológica había nacido precisamente en Urbasa, Luis Ignacio Viera, que había estudiado ya el tema y escrito y publicado sobre él en 1983. Colaboró con Arantzaduia94 en 1996 y 1997 e hizo que supiéramos más y mejor de nuestro pasado marino.


Zudaire 1996. Presentación de "Te vas a enterar". 
De derecha a izquierda, Luis Ignacio Viera, Emilio Redondo y Balbino García de Albizu.


VIERA, Luis Ignacio. Notas bioestratigráficas sobre una comunidad de equínidos en el Cretáceo superior en San Martín (Améscoa Baja, Navarra). Revista Munibe, vol. 35, núm. 1-2. San Sebastián, 1983.

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 ECHEVERRÍA, Javier (2011). «Historia geológica de Améscoa», en Conociendo el pasado amescoano, III. Iruña-Pamplona: Lamiñarra, pp. 13-80.


He tenido un accidente urbano

 

HE TENIDO UN ACCIDENTE


    No sé si es muy propio de un blog decir lo que sigue, pero de momento, este es un blog privado y todos sois de confianza. 

    Voy con ello: Además de mi condición pluripatológica y de mis 81 años, he añadido, hace unos días, un accidente urbano con caída violenta sobre mi lado izquierdo, que es el bueno. Contusiones varias, una fractura y una fisura han sido las consecuencias. O sea, más cojo, manco y dolorido para una temporada. Y he optado por decirlo aquí, donde mis incapacidades se hacen notorias. Y es por eso que esto va más lento y desmañado, no porque mis ganas y mi voluntad flojeen.

No son más que incapacidades añadidas a las que ya padecía, pero no las esperaba y me han cogido a contrapié.

Espero que en este ramillete de averías no haya ninguna que el tiempo no sea capaz de reparar. Y si en algún momento os pido alguna ayuda y podéis echarme una mano, lo agradeceré.


Señas de identidad 001: Nuestro pasado marino

Señas de identidad 001: Nuestro pasado marino

Todo este territorio, valle y sierra, O, estaba cubierto por un brazo de mar de aguas cálidas y poco profundas. 



 

ECHEVERRÍA GARCÍA, Javier (2011), «Historia geológica de Améscoa», en Conociendo el pasado amescoano, III, Pamplona, Lamiñarra. pp. 13-80.