Muertos amescoanos en la Guerra de la Convención 1.793-1.795

 

La guerra de Carlos IV y Godoy contra Francia
 y 11 amescoanos muertos


En 1.789 los franceses decidieron introducir cambios drásticos en sus mecanismos políticos y lo hicieron a la brava. Y por su liderazgo en la escena europea y mundial en la época, los cambios alcanzaron una dimensión en todo el orbe. El orden monárquico entró en crisis y renació el orden republicano. Y entramos en la Edad Contemporánea.

Por proximidad, algo le tocó a Navarra de aquel primer seísmo político del país vecino. Una por una, estuvo mal visto porque agredió a los poderes que habían dominado la situación durante siglos, la nobleza y el clero, contantes y sonantes en España. Y claro está, a nuestro valle le tocó su cuota parte de todo lo que se desencadenó. Que no fue poco.

Porque se puede ser rey o miembro de la realeza y tener la cabeza bien amueblada o, por el contrario, se puede ser un incompetente. Y más muestras hemos tenido de estos últimos entre los Borbones durante el siglo XIX, caso de Carlos IV.

Así digo, y repetiré, que se tomaron muchas decisiones que, además de erróneas e inútiles, causaron mucho daño y mucho dolor en esta tierra en particular.

Lo cuento.

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Miradas y reflexiones 005 Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran

Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran

Pista occidental de Limitaciones de Améscoa. Km 2-3.

  Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran

            José de Sousa Saramago (1922-2010)   

  Ikus dezaketen itsuak gara, baina begiratzen ez dutenak

Machismo en Ecala (1.750). Prometer y no cumplir.

Prometer y no cumplir. Ecala (1.750)

Ecala con Lokiz al respaldo (2005)
 

El título viene a colación por el intento de un vecino de Ecala de incumplir una promesa de matrimonio hecha a una joven de Baquedano, que servía como criada en Ecala. El interés del pleito tiene varias vertientes:

.- La promesa matrimonial tiene todavía el valor de un sacramento.

.- La intervención de un tribunal eclesiástico

.- Los argumentos con que justifica su rehúse el varón

.- Las evidencias lingüísticas que pone de manifiesto el proceso

.- La sentencia

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Un encuentro afortunado (1.984)

 

Un encuentro afortunado (18/08/84)

El dolmen de Larreandi

                                Imagen del posible dolmen de Larreandi (Julio 2012)

    En agosto de 1984, al regreso de un recorrido, en el tramo entre Ospezelaia y Lezarugi, cruzábamos el pequeño raso de Larreandi (no era la primera vez), cuando me aparté de una de las sendas habituales que lo bordean y advertí una ligera elevación en el centro producida por unas piedras de buen tamaño. Me recordaron dibujos que había visto sobre la disposición de las losas en algunos dólmenes y tracé un pequeño croquis en un paquete de tabaco que vacié previamente. 

No llevaba el cuadernillo habitual que me acompañaba en la mochila, pero sí el bolígrafo. Pensé, como es habitual en los novatos, en haber encontrado algo nuevo e interesante y en que debía comunicarlo. Supe por una llamada a la Sociedad de Ciencias Aranzadi (de la que era y soy socio) que Ignacio Barandiarán estaba en esas fechas precisamente alojado en Zudaire al frente de un equipo que trabajaba en la excavación de un yacimiento de Urbasa.

Fuimos a Zudaire y hablamos con Barandiarán. Yo le conocía de vista porque habíamos ido al mismo colegio, aunque él me llevaba seis años (los pequeños siempre recuerdan a los mayores). Le enseñé mi apunte y le conté lo observado. Quedamos para guiarle a verlo a la mañana siguiente.

Y si hablo de un encuentro afortunado no es por el dolmen, sino porque esa circunstancia nos permitió conocer a Ignacio Barandiarán y a Emilio Redondo. 

Lo explico.

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[1] Larreandi era el nombre que le daban en 1984 los pastores y ganaderos de la zona al raso en el que se halla el dolmen.

El estanquero de Zudaire (1.776)

El estanquero de Zudaire (1.776)

Que se escaqueaba del auzolan


  Pues sí, había estanco/estanquillo en Zudaire y no reciente. Y en Baquedano y en Eulate. Y no era de extrañar porque se consumía tabaco y mucho; en polvo y de humo. El tabaco facilitaba al Estado español, ya por aquel entonces, una cuarta parte de sus ingresos.

  Y los vecinos de Zudaire querían saber si el estanquero estaba en su derecho o no al eximirse de las tareas comunes locales.   

  El consumo del tabaco ha sido objeto de diferentes criterios desde sus inicios en Europa, tras su conocimiento por los viajes colombinos. Como todos los vicios, y más cuanto más dañinos son, su consumo se extendió rápidamente en España y auspiciado por la monarquía, le siguieron la nobleza, la iglesia y la milicia.

   La primera productora de tabaco de Europa se montó en Sevilla, con hoja procedente de Cuba y Santo Domingo. Y en 1636 su fabricación y venta se convirtió en monopolio. Y se comenzó su comercialización a precio fijo en los recién creados “estancos”, llamados así porque el producto se “estancaba”/almacenaba en ellos y solo a través de ellos podía venderse. 


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Los Mojones del siglo XX

 

Los Mojones del siglo XX


     Los siete Mojones del siglo XX tuvieron todas las variables.

Por aquello de no coincidir ni con las fiestas de Eulate ni con los “sanfermines”, se celebraron unas veces en junio y otras en julio.

En cuanto a mugas, unas fueron con el antiguo realengo y otras con pueblos del valle, concretamente, Aranarache, Baquedano, Gollano y Larraona.

En cuanto a meteorología, tuvimos ambos extremos, viento y algo de lluvia un día y calor, casi tórrido, incluso tempranero, otro y, casi, uno más. Frescos, varios.

Y en cuanto al ritual, hubo igual variabilidad y, en ocasiones, el mojón estuvo puesto de víspera. Y los párrocos locales encontraron rápidamente motivos para no asistir al acto. No obstante la bendición del mojón se mantuvo. 

Y se mantuvo igualmente la asistencia de un grupo numeroso de "adictos", que cerraba el acto con el almuerzo de rigor.


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Megacomida en Baríndano en el siglo XVI (1.566)

Comen 300 el domingo en Baríndano (1.566)

Colación popular en la casa de la cofradía
 
Posición de la Casa de la Cofradía en Améscoa Baja en 1.566.

Efectivamente, el primer domingo de septiembre de 1.566 comen 300 amescoanos en la casa de la Cofradía, en Baríndano. Llegan allí de todos los lugares de Améscoa Baja, Urra incluido.

Todos los asistentes son miembros de la Cofradía de San Cristóbal. Le llaman simplemente la Cofradía o "Gobraria", en euskera, porque es la única cofradía de Améscoa Baja y en la que están asentados la mayoría de los bajoamescoanos adultos. 

Imagen de San Cristóbal de la ermita ya derruida de Baríndano, hoy en la iglesia parroquial (Fotografía de Javier Echeverría).

Había ermita en Baríndano con esa advocación. Hoy solo queda la imagen en la iglesia parroquial.

También hay imagen en el lugar de Ecala (Améscoa Baja) y hubo ermita en el de Aranarache (Améscoa Alta). Y es titular de la iglesia de Larraona (Améscoa Alta). Y, siguiendo hacia el Oeste, en el contiguo valle alavés de Arana, tres de los cuatro lugares, Contrasta, Ulibarri y San Vicente, tuvieron ermitas con ese patronazgo. 

Todo ello parece dar la razón a Micaela Portilla que atribuye al santo tradición romera y relaciona este encadenamiento de advocaciones con un posible camino secundario hacia Santiago. Sitúa su existencia en la alta Edad Media y supone que pudo atravesar nuestros valles, bien abrigados de las incursiones musulmanas, para continuar su recorrido atravesando Álava, Cantabria y Asturias, para llegar a tierras galaicas.

Pero, al grano, los cofrades de San Cristóbal de Améscoa Baja se reunían a oír misa y a comer desde años antes de 1.566 y siguieron haciéndolo muchos años después, todos los primeros domingos de septiembre.

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Tasio en el recuerdo (III) La música

 La música de Tasio

             (Foto cedida por José Luis López Linares)

En Tasio hay una “primera vez“ de un músico que quería componer para el cine, Ángel Illarramendi. Y lo consigue de forma brillante en mi opinión. Su banda sonora es un destilado del paisaje y el paisanaje que enmarcan la vida de este carbonero elegido por Armendariz como símbolo. Y es un acierto privarla de instrumentación para abrir la película y dejarla solo con el sonido de la voz humana pero sin palabras, la voz del propio Illarramendi.  

Y el oficio y el arte de Fermín Gurbindo quedan de manifiesto en la recomposición y arreglos hechos para esa otra pieza musical de origen lejano. Siglo y medio de vida ha cumplido y su nacimiento tuvo lugar a más de 500 Km de distancia.

Illarramendi recuerda con cariño este debut en el cine y ha tenido la gentileza de contármelo. Gurbindo, no hubiera podido hacer lo mismo al fallecer por atropello urbano de automóvil en 1985, recién cumplidos los 50 años. Pero en este segundo caso he llegado hasta los orígenes de la pieza musical, 1873. Y cuento lo uno y lo otro.   


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