LOS CALBARROS AMESCOANOS

Los calbarros amescoanos

Diferentes tipos de erizos marinos fósiles

Siempre me han llamado la atención los calbarros. Y por sus dimensiones, características y abundancia, no han debido pasar desapercibidos para miles de generaciones de humanos que nomadearon o poblaron estas tierras desde la más remota prehistoria. Y que debieron preguntarse por estas piedras peculiares, de formas, pesos y grabados que se encontraban solo aquí y que no eran de factura humana. Eso, a lo largo de miles de años, desde los primeros cazadores-recolectores hasta nuestros más próximos ascendientes, que llegaron a saber, por fin, pero no hace mucho tiempo, que se trataba de fósiles marinos.

Y quise saber más y me encontré con un experto, cuya vocación geológica había nacido precisamente en Urbasa, Luis Ignacio Viera, que había estudiado ya el tema y escrito y publicado sobre él en 1983. Colaboró con Arantzaduia94 en 1996 y 1997 e hizo que supiéramos más y mejor de nuestro pasado marino.


Zudaire 1996. Presentación de "Te vas a enterar". 
De derecha a izquierda, Luis Ignacio Viera, Emilio Redondo y Balbino García de Albizu.


VIERA, Luis Ignacio. Notas bioestratigráficas sobre una comunidad de equínidos en el Cretáceo superior en San Martín (Améscoa Baja, Navarra). Revista Munibe, vol. 35, núm. 1-2. San Sebastián, 1983.

Acceso al documento completo.


 ECHEVERRÍA, Javier (2011). «Historia geológica de Améscoa», en Conociendo el pasado amescoano, III. Iruña-Pamplona: Lamiñarra, pp. 13-80.


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