De amescoanos y de árboles (II)

 De amescoanos y de árboles (II)

El Arbolico de Ailola, antes Iziriduia, ejerce como mojón divisorio.

De algunos árboles “peculiares”

Pero no solo se trata de preservar la masa forestal, también los ejemplares aislados y los pequeños grupos de árboles son respetados o se procura que lo sean. Nada tiene de raro todo esto en un valle, Améscoa/Ameskoa, cuya etimología era sospechosa de estar relacionada con una variante del roble. Y digo “era”, porque ha decaído esa interpretación y actualmente, nadie aboga por ella, quizá porque caben muchas dudas al respecto. No obstante, otros dos nombres de lugar, Artaza y Urra, tienen indudable relación con otras dos especies arbóreas, encina y avellano. 

Árboles aislados, diferentes de los que les rodeaban o con formas o dimensiones llamativas han jugado también un papel importante, con carácter individual o en grupo, en la denominación de parajes, de piezas de labor y en el amojonamiento de términos.

O con una historia peculiar detrás.

De ello queda constancia a veces, o quedó, o solo queda un vago recuerdo.



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